domingo, 17 de noviembre de 2013

¿Qué es la reflexología?




La reflexologíareflexoterapia o terapia zonal es la práctica de estimular puntos sobre los piesmanosnariz u orejas (llamados «zonas de reflejo»), basada en la creencia pseudocientífica de que ese masaje tendría un efecto benéfico en un órgano situado en otro lugar del cuerpo.
Según los practicantes de la reflexoterapia, la digitopuntura (opresión en puntos concretos y bien especificados) puede aliviar numerosas dolencias:
  • dolor de espalda
  • dolor en el cuello
  • estreñimiento
  • gastritis
  • dolores menstruales
  • asma
  • cefalea

En 1913, el médico estadounidense William Fitzgerald comenzó a investigar la reflexología siendo médico jefe del departamento de otorrinolaringología del Hospital St. Francis de Connecticut (Estados Unidos). Publicó sus ideas ―junto con el Dr. E. F. Bowers― en un libro titulado Zone Therapie (‘terapia de zonas’), en 1917. Fitzgerald estaba interesado en la hipótesis de la acupuntura, que sostiene que el cuerpo humano se halla atravesado, en sentido longitudinal, por diez meridianos, que lo dividen en otras tantas zonas, cada una de ellas ocupada por determinados órganos cuyo «reflejo» se encuentra en los pies y las manos. Otro médico, el Dr. Joseph Shelby Riley ―que también desarrollaba esta práctica― hizo los diagramas y detalló los dibujos y la localización de los puntos reflejos en los pies.
El Dr. Riley entabló conversación con la masajista estadounidense Eunice Ingham. Ingham abandonó su trabajo en el hospital para dedicarse por completo a la reflexología. Escribió varios libros, entre ellos Historias que los pies podrían contar, y confeccionó el primer mapa reflexológico con las correspondencias entre los órganos y las distintas zonas en la planta de los pies.
En la actualidad, los seguidores de la reflexología sostienen que cualquier mención a un masaje de pies (ya sea en alguna figura del Antiguo Egipto, en el Renacimiento, en los indios cheroqui, etc.) no es en realidad un mero masaje de pies sino una terapia reflexológica.

Las críticas habituales a la reflexoterapia son la falta de regulación por un organismo oficial que avale la acreditación y la concesión de diplomas, la falta de formación médica proporcionada a los aspirantes, y la corta duración de los programas de formación. La falta de regulación permite que cualquier persona se dedique a la práctica de la reflexoterapia sin estar acreditado. No obstante, en algunos países de Europa ―por ejemplo, Suiza― es necesario ser un médico para poder dedicarse a la práctica reflexológica.
También se alega que la reflexología se basa en premisas que no están comprobadas, la cual afirma que las terminaciones nerviosas de órganos concluyen en alguna extremidad. Tampoco hay suficientes estudios clínicos para demostrar su eficacia.
Por ello la validez de la reflexoterapia está cuestionada, más allá de la sensación subjetiva de alivio (efecto placebo) que pueda experimentar quien se somete a un masaje.
Algunos de sus practicantes aducen que el uso de conceptos orientales, como chakrásenergía chi y «canales de energía» ―que originalmente podrían haberse adoptado para dar un atractivo ropaje esotérico― actualmente producen rechazo.
En general la medicina científica (medicina basada en evidencias) considera que la reflexología no tiene suficiente base y que por lo tanto pertenecería a la categoría de las pseudociencias.
Se critica la eficacia de esta técnica, ya que los estudios no muestran resultados positivos.
Se consideran que los supuestos efectos benéficos del masaje sobre la salud podrían deberse a causas ajenas al masaje (efecto placebo).
Su validez es cuestionada por la comunidad médica y científica puesto que sus premisas son consideradas absurdas.
No existe ninguna evidencia científica de que la reflexología tenga algún efecto beneficioso sobre el organismo.
Su práctica es criticada porque pone en riesgo la salud de quienes ―padeciendo alguna enfermedad potencialmente seria― son sometidos a un tratamiento cuya eficacia no está probada, reemplazando o retrasando la búsqueda de ayuda médica científica. Aunque los proveedores alegan que no pretenden sustituir el tratamiento médico sino complementarlo, la confianza que generan los terapeutas no médicos produce en ocasiones ese efecto.
Los enfermos manifiestan que experimentan reducción del dolor, mejora de movilidad y recuperación natural. Pero esto podría deberse al efecto placebo.
En 2009, una revisión de ensayos controlados sistemáticamente concluyó que «Las pruebas más fiables obtenidas hasta la fecha, no demuestran convincentemente que la reflexología sea un tratamiento efectivo para ninguna enfermedad».2
Se ha observado empíricamente que sus practicantes no son capaces de diagnosticar correctamente los problemas de los pacientes,3 En una investigación en que un reflexólogo logró identificar correctamente una enfermedad, no pudo identificar otras once enfermedades.4
También se ha alegado que los principios en que dice basarse (todos los órganos del cuerpo están «reflejados» en los pies o en la nariz), son absurdos desde el punto de vista del conocimiento firmemente adquirido acerca del funcionamiento del cuerpo.
En ausencia de pruebas empíricas de la validez de las pretensiones de la reflexología, y dada su inconsistencia teórica, es considerada por la comunidad médica y científica una pseudociencia.