domingo, 22 de mayo de 2016

Jugando a la guerra tres niñitos “fusilaron” a una sirvienta


Excelsior, 18 de diciembre de 1951; por Alberto E. de Aguirlar, reportero de Excelsior.

ESTAS TRES CRIATURAS “fusilaron” ayer a su sirvienta Manuela, de 12 años de edad, cuando jugaban “a la guerra”. Son ellos Carlos y Raúl Salinas y Gustavo Rodolfo Zapata. Carlos tiene 4 años, Raúl 5 y Gustavo 8. Fueron detenidos por la policía y demostraron no comprender lo que habían hecho. El suceso ocurrió ayer al mediodía, en Palenque 425, de la colonia Narvarte.

Mientras jugaban a “la guerra”, los niños Gustavo Zapata Rodríguez, Raúl y Carlos Salinas de 8, 5 y 4 años de edad, respectivamente, “fusilaron” a una jovencita llamada Manuela de 12, sirvienta de la casa de los últimos; la dispararon con un rifle, calibre 22, y le causaron la muerte, efectivamente. 

La tragedia ocurrió en una de las habitaciones de la casa número 425 de las calles de Palenque, colonia Narvarte, a las 12 horas de ayer.

Los niños no se dieron cuenta exacta de lo que habían hecho y a nadie citaron aviso. Cuando la otra sirvienta de la casa, María Torres Garrido, les preguntó qué habían hecho, ellos contestaron, llenos de satisfacción:

—¡Ya matamos a Manuela!

La joven, cuya nombre completo se ignora, recibió el tiro en el pómulo izquierdo junto a la nariz. El proyectil se alojó en la cabeza y la muchacha falleció instantáneamente.

EXCELSIOR habló en la tarde de ayer con los pequeños, en las oficinas de la octava delegación del Ministerio Público, durante el [ilegible]. Parecían muy tranquilos, quizás algo molestos porque no podían jugar a sus [ilegible] junto a su madre, la señora Margarita de Gortari de Salinas, la cual estaba [ilegible].

Escoba ensangrentada y con la que seguramente Manuela barría el piso cuando fue muerta a manos de los chiquillos, Raúl y Carlos Salinas Gortari de 5 y 3 años de edad, respectivamente, los cuales jugaban tranquilos, al darse cuenta de lo que habían hecho, en el jardín de la casa.

El rifle calibre 22, fue encontrado por las autoridades dentro de la casa y por la trayectoria que siguió la bala se presume que los disparos fueron hechos desde el hall de la casa.

Al tomarse declaración a la señora Margarita Gortari de Salinas dijo que a eso de las 11 horas de ayer tuvo necesidad de salir a la calle a realizar algunas compras, dejando en el hogar a su sirvienta Manuela cuyo apellido desconoce; su cocinera María Torres Garrido y a sus dos hijos que jugaban con su amiguito Gustavo Zapata Carballo. Al regresar una hora y media después, se enteró por el vecindario de que algo grave había ocurrido y al penetrar a sus habitaciones, ya no se le permitió el paso por parte de unos policías que le dijeron sobre la tragedia.

Dijo que el rifle con el que fue muerta su sirvienta, lo tenía su esposo el licenciado Raúl Salinas Lozano, en un closet de donde deben haberlo tomado imprudentemente sus hijos.

Carlos, cuando se le preguntó lo que había ocurrido, dijo: “yo la maté de un balazo, soy un héroe”, explicando después que jugaban al “fusilamiento” con su pilmama que en esos momentos se dedicaba a hacer el aseo de la casa.

También se tomó declaración de María Torres Garrido, la cual dijo no haberse dada cuenta de la forma como ocurrió el accidente, pues estaba en esos momentos entregada a sus labores. Dijo que siempre tenía por costumbre vigilar a Manuela—que tenía apenas mes y medio de haber principiado a trabajar en aquella casa—, y ayer al asomarse a ver qué hacía, la encontró ya sin vida, diciéndole los niños que ellos la habían matado.

Todavía anoche el personal judicial realizaba algunas investigaciones para determinar lo conducente con los dos niños.